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aunqueseaceniza

Ciudadanos y ciudadanos

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Lo mismito que Millet, a quien por lo visto su religión y la educación de sus padres sí se lo permiten.

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Y siguen

A pesar de los esfuerzos de la brigada antiincivismo, los mendigos siguen durmiendo en las plazas de Barcelona: ya es manía, hombre, qué pertinacia, qué tozudez. Cuánto mejor no sería que durmiesen bajo la alcantarilla o entre las miasmas de un contenedor: mucho más calentito, dónde va a parar. ¿Y si los fumigamos? No me digan: se terminaba el problema ipso facto. Muerto el perro, se acabó la rabia. Sobre todo la del Ayuntamiento.

En verdad en verdad os digo, que esta sociedad nuestra es igualita en todo a aquella que criticaba Grosz.a

Civismo 1, política 0

Mientras la burguesía de honorable prosapia (ah forjadores de la Catalunya nostra) hace gala de su estirpe sisándole pasta a los becarios del Palau, mientras los arquitectos postmodernos plantan su chiringuito en la playa con el noble y uniformador propósito de fomentar la mezcla —mezcla de clases sociales, mezcla de culturas, mezcla de lenguas: qué gozosa promiscuidad sesentayochista se promete el señor Bofill—, mientras los hay pescadores que obtienen ganancia en río revuelto (por no hablar de las 17.000 páginas); mientras pasa todo esto, digo, al Ayuntamiento se le ocurre que el problema de Barcelona son los muertos de hambre, esa chusma cochambrosa que no da el pego en el escaparate ciudadano ni aunque se la coloque al lado del CCCB. Qué asquito, los mendigos durmiendo sobre los bancos donde debería poder sentarse un turista (de calidad, se entiende: turista de calidad). Emprendamos pues la revolución, la dels petits gestos, seamos creativos y utilicemos l’enginy para atajar los grandes problemas de nuestra sociedad, troceemos los bancos en elegantes porciones individuales para evitar que humano alguno pueda dar el poco edificante espectáculo de echarse a dormir en ellos. Qué sencillez,qué simplicidad, qué tersura de pensamiento la del alma creadora que ha ideado la feliz solución. Casi me atrevo a decir que poética solución: ¿no es propio de la poesía conseguir tanto con tan poco? Porque véase el alcance sociológico del apoyabrazos: desde la "unidad de gestión del espacio público" responsable de hallazgos tales afirman que "no vamos al efecto, sino a la  causa". ¡Acabáramos! ¡Si Marx lo hubiera sabido! ¿Para qué escribir El Capital, si con unos apoyabrazos podemos ahuyentar la pobreza de nuestras ciudades?

La Negra

aunque sea ceniza

Doña Rosa ventila el piso

Doña Rosa ventila el piso

Sobre pasiones

Sobre pasiones

Perpetua

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El modo en que los tres tipos —o quizá un país entero— aparecen encerrados en la penúltima escena, antes de la concesión final a la respiración del espectador.
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Sobre sexo

Sobre sexo

Privilegio del melancólico

Privilegio del melancólico

Montserrat Gudiol

Rosalía lo dice: sorprendentemente, y al cabo de todo lo vivido y lo olvidado, la negra sombra siempre aparece. No hay cúmulo de experiencias que la destierre: después de todos los júbilos y los trabajos y las serenidades y los días, después de la comida sobre la hierba y de las acrobacias del tiempo, cuando trae una todas esas cosas prendidas a los ojos (el horizonte más ancho, la carrera bajo la lluvia y jugar con la Dickinson), cuando anda una enfrascada en la alegría de los collages y del perdón de los pecados, así en pleno nacimiento, llega una noche en los tejados de La Rambla y lo que falta se abre silenciosamente en medio de la conversación y me acalla y me va tiñendo de agrura. Maldición antigua, siempre me alcanza lo que no tengo. Un duelo más viejo y más hondo que los días tiene raíz en alguna tierra oscura de este cuerpo, fértil para las flores agrias. No importa cuánta vida nueva se les eche encima, no importa cuánto se haya caminado desde el jardín sombrío hasta la luz de las posibilidades, no importa que una haya creído arrancarlas: siempre acaban renaciendo para aromarlo todo de ausencia. Y no, aunque se esfuerce la Esfinge, no me podrán quitar el dolorido sentir.

Saiba todo o mundo foi neném

Saiba todo o mundo foi neném

el tierno arribista abre su corazón amargo y lo vuelca sobre el mundo

Propuesta fiscal

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Yo tengo una propuesta de subida de impuestos muy interesante: a cada empresa que quiera hacer efectivo un ERE...,  ¡zas!, impuestazo al canto. Iban a dejarse de hostias estos que siguen dándonos en la cabeza con su sartén por el mango.

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Mis deposiciones

Para constatar que el destino de esta sociedad es la descomposición y la alcantarilla, no hace falta leer la obra sociológica al uso ni atender al medio informativo de turno. Basta con percatarse de la denodada preocupación que de un tiempo a esta parte muestra el mundo publicitario por que todos caguemos bien. Supositorios emancipadores, enemas de bolsillo, yogures con compromiso, cereales socializadores, exóticos extractos vegetales...: Vespasiano, el Galdós de Torquemada y Sigmund Freud tendrían mucho que decir ante semejante obsesión anal. Solo quiero recordar al respecto aquel artefacto de Nicanor Parra en que aparece el burgués sentado en la taza y atravesado todo su tracto digestivo, de la boca al orto, por su propia frase autosatisfecha: "Yo no tengo ningún problema: yo como y cago perfectamente".

Tríptico de la Pasión

Tríptico de la Pasión

Entre la hippie neurótica que acumula terapias new age y periódicos viejos en el segundo tercera, y la casada irascible absorbida por su salón comedor y su familia, usted carece de modelo; enmedio no hay nada. Y entre los dos extremos que rechaza, usted se abandona: se entrega a la descomposición. Dice la Esfinge. Interpreta de esa forma la desidia recalcitrante en la que me sumo en cuanto tengo tiempo libre. El modo en que me hago la muerta. (Para mi vituperio cabe decir que el trabajo no me moviliza más allá de lo mínimo necesario: y no, no se trata de activismo antisistema.) Queriendo vivificar el cadáver acudo con ingenuidad (palabras, palabras, palabras...) a la sección de biografía de una biblioteca: busco vidas de mujeres puestas de pie. Llevo en mente los nombres de un librito de Ana Mª Moix que leí hace tiempo. Pienso, también, en Simone de Beauvoir. Sin embargo, al encontrarme ante las lejas constato con alarma que solo me interesan las mujeres que han acabado como el culo: Émilie du Châtelet, Camille Claudel, Alejandra Pizarnik. La primera muere de sobreparto a los 43 años, hundida de nuevo en las agruras de un amor fou, después de haber intentado atemperar su naturaleza pasional con lenitivos ilustrados (hasta el elogio del estudio que aparece en el Discours sur le bonheur está asaeteado por la sed). A la segunda la dejan en la estacada sentimental  Auguste Rodin y Claude Debussy (el escultor, tras un aborto y varias promesas de matrimonio); los enfermeros que irrumpen un día en el estudio de Camille para llevarla a un psiquiátrico la descubren yacente y rota entre los añicos de sus esculturas. La tercera, niña imposible que no encontró el viento esperado, se suicida tras un ataque de coprolalia poética.

Por no hablar de que la Dickinson permaneció enclaustrada su vida entera.

Ay, la cabra tira al monte. 

Taxi to the dark side

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La administración Bush todavía no ha tenido su Nuremberg.

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Rubianes - El trabajo dignifica

aunque sea ceniza...

Libro de antiayuda, 3

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Tienes que considerar la posibilidad de que a Dios no le caes bien.

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Libro de antiayuda, 2

¡Albricias! Hoy he tenido mi primer lapsus.
Mi padre nunca escuchaba a mi padre, he dicho.

Por supuesto, Freud cree que eso significa algo.
Pero sinceramente: yo no tengo ni la más repajolera idea.

El somni de Barcelona

Todos los capítulos.

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Libro de antiayuda, 1

Las histéricas somos lo máximo.

(BSO)

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Esquecimento - 2

Esquecimento - 2

el corazón de piedra y la rosa supernova