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aunqueseaceniza

Tiempo recobrado

En una noche de cumpleaños y reencuentros, J. me dice que al acordarse de mí siempre se le viene a la cabeza que él aprobó sintaxis gracias a mi ayuda (y la de J. payasa). Yo no recuerdo siquiera uno de los momentos que supuestamente dediqué a explicarle la teoría generativista del predicativo; por lo que me maravilla encontrar algo mío atesorado en la memoria de otro. Por eso lo recojo aquí: no ya para evitar el extravío --pues nunca estuvo perdido, sino en manos amigas--; más bien para celebrar el modo en que J. me cuidó ese yo durante siete años y me lo devolvió tan crecido de su propia vida.

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