Nulla dies sine linea
Pero qué abandonada me tengo, por Dios. Si ya lo decía Freud: sexo y cultura... (hasta la sepultura, ¡ja, ja!).
No, de veras, pongámonos serios. Con la de cosas que se me ocurren y que dejo por ahí tiradas, sin concederles más que un breve rumiar desidioso. Y con la de dibujitos de Gurb que no he comentado todavía.
No sé si como Apeles (y menos ahora que tengo que dedicarme a esta elucubración teórica sobre Adán y Eva, la novela española y la mare que els va parir a tots; quién me mandaba a mí encargarme de este rollo en plena crisis vocacional, si yo lo que quiero ser es jardinera), pero igual que he vuelto a regar las plantas de la ventana, habrá que tomar alguna medida drástica para que vuelva a fructificar con abundancia este parterre.
A partir de hoy, abstinencia.
1 comentario
óscar -
pues eso, que bienvenida, se te echaba de menos.