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Mantengan las formas

La intervención que Santiago Lanzuela hizo ayer tras la comparecencia de Ada Colau, pidiéndole formas y educación desde el más vivo escozor y el más rastrero paternalismo, demuestra que no podemos esperar nada del parlamento. En fin, no es que no lo supiéramos; pero yo era de las que todavía votaban y comienzo a ser de los que creen que todo lo que queramos solucionar lo tendremos que solucionar en la calle. Ayer quedó clarito que el congreso no es el lugar de expresión de la voz social, sino el muro de contención de esa voz.

Ellos lo saben, y se atrincheran.

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4 comentarios

Gemma -

Muy poquitita es la reacción para lo que está pasando. Peores que la amenaza y el insulto son los contratos por 3 horas que se traducen en 10 por 500 euros. Y sí, hay gente que ya está siendo contratada en esas condiciones. Eso es violencia. Y convertir las formas en coartada para hacer oídos sordos al padecimiento colectivo es encender la mecha: el que prende esa cerilla debe hacerse responsable de las consecuencias.

Por otra parte, nada cambiará con diálogo porque quien tiene la sartén por el mango no está dispuesto a considerarnos --ni a ti, ni a mí, ni a nadie-- como interlocutores válidos. Ahí estaremos, monologando frente a la letanía neoliberal, creyendo que dialogamos, mientras la vida se hace cada vez más imposible y unos cuantos se siguen llenando los bolsillos a costa de nuestra supervivencia.



Pablo -

Lo que demuestra que no podemos esperar nada de nadie es la intervención de Ada Colau. Ir al parlamento a insultar y amenazar en lugar de a dialogar y dar su punto de vista traiciona todos los principios del 15M, en el que participe activamente y la amenaza (escraches) y el insulto eran completamente contrarios a esto. El tono de Colau durante toda la intervención es vehemente y amenazante llegando incluso a insultar, a mi esta señora no me representa para nada.

Noelia -

Yo también lo comparto.

sociedaddediletantes -

Bien dicho. Lo comparto en feisbuj