A río revuelto...
Victor Dubreuil, Barrels of Money.
Parece ser que el colonialismo no se conforma con la idea de que, en lo que a territorios inexplorados que esquilmar se refiere, no hay más que arrascar: si ya no hay tierra virgen para el desarrollo económico (el suyo, claro), entonces debe crearse. Y sí: Bush tiene una oficinita (la Office of the Coordinator for Reconstruction and Stabilization) que ha elaborado ya programas de reconstrucción para 25 países que todavía no ha destruido nadie. Y si alguien se pregunta por qué los escombros del Tsunami siguen en las playas, que no piense ni por un momento que se trata de olvido por parte de EE. UU. o el Banco Mundial, no, no: ellos se acuerdan todos los días de Sri Lanka. Ocurre, sin embargo, que el dinero hay que gastarlo en cuestiones verdaderamente importantes: nada de casitas de pescadores en la costa; mejor un plan de reestructuración económica en profundidad (como ya aprovecharon para instaurar en Centroamérica tras el paso del Mitch).
En fin, Naomi Klein lo explica mucho mejor que yo: The Rise of Disaster Capitalism.
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MALAPUTA -