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aunqueseaceniza

Los nombres

Uno de los fragmentos que prefiero de Lolita es aquel en que Humbert Humbert se complace morosamente en pronunciar, en recorrer todas las estribaciones que posee el nombre de su obsesión: 

Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. 

Así los nombres se convierten a veces en el único cuerpo que la boca puede acariciar.

2 comentarios

manuel h -

y así y todo, hay nombres más acariciables que otros.

oscar -

chica, desgarrador...