Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...
Me hace mucha gracia que los informativos de Antena 3 hablen de "los violentos" . Y que se considere "vandalismo" a la II Revolución Francesa (la del 68 fue un chiste de clase alta).
No se habla nunca de la violencia institucional. Nunca se considera que el silencio de las insituciones, la indiferencia ante el ciudadano (cuando no el más absoluto ultraje), alimentan una impotencia cuya acumulación progresiva tiene que acabar reventando por algún lado (lo primero que debería hacer todo político, tal y como está el actual patio económico, es aprender ese sencillo principio de la olla a presión). Decía Pierre Bourdieu que la ley de conservación de la violencia no perdona y que hacerle la vida insoportable al ciudadano (se refería al paro estructural, al descenso del poder adquisitivo, a los despidos, a la precariedad laboral, al racismo) siempre acababa teniendo consecuencias devastadoras: un mal programa de vivienda podía derivar, al cabo de 20 años, en graves alteraciones sociales.
No se puede persuadir al ciudadano de sus derechos para después negárselos. No es posible educar a una sociedad en el convencimiento de su igualidad, su libertad y su fraternidad, para después someter a parte de ella al más flagrante agravio comparativo. Porque entonces los agraviados reaccionan tal y como han sido educados: orgullosamente encolerizados. A quién se le ocurre, teniendo además de por medio a un islamismo dispuesto a rentabilizar la ausencia del Estado.
Y por cierto: que vaya tomando nota el Ayuntamiento de Barcelona. Cuando en una de las sociedades europeas más atentas al problema social ha tenido lugar semejante estallido, no quiero imaginar lo que puede ocurrir de aquí a 20 años en un país donde el estado de bienestar no ha pasado de ser una promesa actualmente en franco decaimiento.
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