Para E
Es tan extraño que de pronto se abra una ausencia. Las líneas del mundo comienzan a desdibujarse; porque ya todo salvo esa falta ha dejado de ser pertinente, y hay una discontinuidad en todos los objetos que hasta el momento han poblado los días. Me pregunto por N.; me pregunto cómo va a hacer para cerrar ese espacio abierto en la memoria, ese espacio sin nada. Es bien extraño el tiempo de los muertos; porque en su orilla simplemente no existe, y en esta sin embargo cobra una presencia absoluta. Al final todo sucede del lado de la vida.
Valente dice: Tú duermes en tu noche sumergido. Estás en paz. Yo araño las heladas paredes de tu ausencia, los muros no agrietados por el tiempo que no puede durar bajo tus párpados. Ceniza tú. Yo sangre. Leve hoja tu voz. Pétreo este canto. Tú ya no eres ni siquiera tú. Yo, tu vacío.
Valente dice: Tú duermes en tu noche sumergido. Estás en paz. Yo araño las heladas paredes de tu ausencia, los muros no agrietados por el tiempo que no puede durar bajo tus párpados. Ceniza tú. Yo sangre. Leve hoja tu voz. Pétreo este canto. Tú ya no eres ni siquiera tú. Yo, tu vacío.
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alhua -