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aunqueseaceniza

Ratas

Sueño que duermo en una habitación con O. Ella en una cama a la izquierda y yo en una cama a la derecha. Tras la cabecera de las camas hay una vidriera que da a un patio exterior. Hay un momento en que O. dice que hay una rata en el patio. Al principio yo no la veo, pero luego está ahí: tras la cabecera de mi cama, separada de ella por el cristal. Es una rata un poco más grande que una mano, de color gris oscuro. La textura de su pelaje es como la de un peluche gastado, sucio y apelotonado. Me causa una honda inquietud, no por el tamaño o el asco, sino porque tiene algo siniestro. De pronto se levanta sobre las patas traseras, cruza las patas delanteras a la espalda, y comienza a pasearse por el patio, de mi cabecera a la de O., con aire de filósofo chiflado capaz de cometer un asesinato. En esas O. se ha convertido en Iker Casillas, que a la altura del techo tiene montado una especie de tubo transparente que comunica el patio con la habitación a través del cristal. Al extremo del tubo hay una pinza, e Iker la va cambiando según se pregunta "¿qué pasaría si...?". Como no le satisface la respuesta con las dos o tres primeras pinzas, las retira, y pone otras, hasta que en el lugar de la pinza coloca un cepo y tras hacer la pregunta dice "pues ahora sí", y saca la rata pillada por el morro.

2 comentarios

Gemma -

Lo mismo la rata soy yo, si nos ponemos freudianos.

Nadie67 -

No me queda muy claro por el texto si la rata era Mourinho, Wert (desde hace un cierto tiempo, y sin necesidad de aparato onírico, siempre que oigo el significante Wert me aparece el significado rata, y viceversa) o de un simple ejemplar de Rattus Norvegicus. ¿Puedes volverlo a soñar otra vez para aclararme las dudas?